lunes, 11 de febrero de 2013

COSTA RICA II: Kayak y jureles a discrección

 Bahía Drake nos acogería en la segunda parte del viaje, en la que intentaríamos sacar el mayor número de especies que nos fuera posible, centrándonos en la pesca ligera. Para ello alquilamos unos kayaks, gracias a los cuales pudimos adentrarnos en la selva río arriba, pescando las especies más emblemáticas de este ecosistema, dominado por diversas especies de jureles de pequeño tamaño y pequeños sierras, similares a nuestros palometones.


El pargo de manglar es uno de los trofeos más bellos del río. Señuelo: Prey 80, Savagear
Las roncadoras nos sorprendieron gratamente a primera hora de la mañana, tras la lluvia de la noche, con una humedad soporífera.
Señuelo: Fry, Savagear 
Pero volvimos a caer en la tentación, y sucumbimos a la barca una vez más, con el objetivo de pinchar a todos los jureles de la bahía. La cara de Adrián lo dice todo, cuantos más sacábamos más queríamos. Así, conocimos a Greg, "Gregorio", otro enfermo de la pesca al que nos gustaría volver a ver alguna vez. 


 Pop Prey, de Savagear, fue la estrella indiscutible de la jornada, para que luego digan de los poppers tropicales tamaño XXL...  
 No eran monstruos, pero con los equipos ligeros disfrutamos como críos. Debía haber llevado la cola de rata... 
 En nuestra tierra no se dan mucho las condiciones para pescar con skipping lures...  allí disfruté como un crío manejando los Mini Ketch de Seaspin ¡menudos ataques!
 Conseguimos que Iñaki, el hijo de Miguel (el "españolito por el mundo" copropietario del Hotel Finca La Maresía) sacara sus jurelitos con una Okuma telescópica del todo a cien, con unos tripletes que tardaremos en olvidar...
 Mini Ketch de Seaspin.
 Los ballestas o chanchos fueron diezmados literalmente nuestro último día de kayakeo. Se comían los jigs metálicos de 5 - 10 gramos a yoying lance tras lance, uno tras otro, junto a diversas cabrillas, halcones y otras especies... 
Y una de las sorpresas fue la presencia de cigarras, de tamaño descomunal, que acudían a la luz del hotel al caer la noche. Los "Wasabi" o "Lucanus", como los rebautizamos, se amontonaban bajo la luz, brutal. 

En fin, que muchas más fotos -las mejores- y todo bien explicado en breve, en prensa escrita, como de costumbre. 


¡PURA VIDA AMIGOS!

Fotografías: Adrián Vidal, Greg, Pablo Chaves y autor.

sábado, 2 de febrero de 2013

COSTA RICA I: PESCA BRUTA


Hemos vuelto sanos y salvos, no nos ha comido ningún caimán, puma, boa, ni nada por el estilo. Hemos disfrutado una vez más de la gente, naturaleza exuberante y buena pesca. Podía haber sido el viaje redondo, pero algunas especies marcharon. No era fácil hacer el super grand slam, pero faltó poco. Curiosamente, salieron las especies más difíciles a spinning, las de altura u offshore. Aquí os dejo un escasísimo resumen de lo que fue la primera parte del viaje, en Sierpe, ya sabéis que en breve saldrá publicado en prensa escrita un reportaje completo, como de costumbre. Como siempre, gracias a Pablo (Sierpe Fishing) por su amabilidad y buen hacer. 



Primer viaje fuera de España de Adrián, que tuvo que luchar de lo lindo contra el Sol y el calor, sus verdaderos adversarios. 

 Las agujas cocodrilo son muy peligrosas... ¡y abundantes!

 El río Sierpe lo tengo atragantado. A spinning, es difícil hacer buenas pescas. 
 Los peces gato los pescábamos desde el hotel, pero no comían a los señuelos, a pesar de que el río estaba plagado. 
 El vela abrió la semana de pesca en mar. Lo saqué a spinning, con un vinilo sin plomar (sand eel slug de 20 cm). 
 Pablo y yo soltando el vela, obligatorio en Costa Rica. 
 La llampuga o dorado fue otro de los que tachamos de la lista, la saqué también con vinilo, con un equipo muy ligero para su tamaño, una gozada. 
 Los jureles no faltaron a su cita; son, con  mucho, los peces más pescados en Costa Rica a popping, y en esta ocasión abusamos de ellos. 
 No es fácil sacar de entre las rocas a un jurel o una cubera de gran tamaño. Aquí peleo un jurel azul. 

 Otro de los peces que te alegran el día, si eres capaz de arrancarlo de las piedras. Jurel azul, hermano del mítico GT. 


Fotografías: Adrián Vidal, Pablo Chaves y Antonio Pradillo