La Perca Europea (Perca fluviatilis) es un pequeño pez depredador que habita de forma natural en Europa, de Francia hacia el Norte. Su aparición en España no es tan reciente, si bien se mantuvo aislada durante muchos años hasta que ha dado el salto al río Ebro, que ha sido su principal canal de expansión, ayudada por los pescadores deportivos que la han translocado para superar las barreras físicas que suponen las presas de los embalses. Así, en apenas unos años, su expansión ha sido fulminante, con una capacidad de colonización asombrosa en muchos enclaves, donde ha pasado de "no haber" a ser una auténtica "plaga". No es que se trate de un pez de gran tamaño o valor culinario, ni mucho menos, pero sí que cumple con las premisas que lo hacen muy apto para las técnicas de pesca con señuelos más ligeras, cada vez más de moda, lo que probablemente haya contribuido a su expansión en estos últimos años, y que probablemente sólo sea el comienzo de una colonización similar a la del alburno (Alburnus alburnus) o la de la lucioperca (Sander lucioperca), por cuanto que el pececito en cuestión empieza a dar los primeros saltos importantes a partir del Ebro, y el efecto podría ser exponencial al tener más sitios desde los que translocar a los peces.
Perca europea de talla "normal" en Suecia, pero pequeña en aguas españolas.
Sin duda, es un pez dañino para la fauna autóctona, depredando sobre cualquier pequeño vertebrado o invertebrado que se cruce en su camino, aunque sin duda no es tan extremadamente voraz como la Perca americana o Black bass (Micropterus salmoides). Aun así, en los ambientes lénticos que le son tan propicios y ante las elevadas densidades que llega a alcanzar en poco tiempo, a buen seguro que va a dar que hablar a nivel ecológico.
El contrapunto lo tenemos en que alcanza fácilmente tallas de ensueño para los pescadores de Europa del Norte, que están empezando a viajar a nuestro país en busca de su propio pez. Pescadores de Dinamarca, Alemania, Holanda o Suecia tienen su mira puesta en embalses como Mequinenza o Ulibarri, donde sacarán su "Personal Best", su "pez récord personal" para una especie que es originaria de sus aguas, paradojas de la vida.
Esta es una de las primeras percas europeas pescadas por mi en España. Es un pez bonito, sin duda, pero el daño medioambiental podría ser grande al ser introducida en determinadas lagunas o marjales donde aún quedan especies autóctonas.
Así pues, volvemos a encontrarnos ante la disyuntiva de siempre... ¿toca mimar a un motor turístico de gran valor para zonas deprimidas o hay que plantar cara a esta nueva invasión que podría poner en jaque a nuestras especies en determinados enclaves?
No hay comentarios:
Publicar un comentario