Pocos peces hay en nuestros ríos tan desconocidos como la aguja. Un animal emparentado con los caballitos de mar, a los que se parece en su aspecto... y en su reproducción, ya que es el macho el que incuba los huevos en su bolsa incubatriz, para dar a luz a las crías ya formadas...

Antaño debía ser frecuente en todos los cauces de cierta entidad del entorno Mediterráneo, pero hoy en día la contaminación y los obstáculos de los ríos han hecho que la especie sea muy rara en agua dulce o salobre.

Depende sí o sí de la vegetación acuática, y aparece rodeado de otras especies que sí gozan de protección legal, como el samaruc o el fartet (en la imagen superior, junto a las agujas).
Se conoce poco la biología del animal; no se sabe si los ejemplares que aparecen en praderas de Posidonia o Zoostera en el mar son de la misma raza que los fluviales, y es que su pequeño tamaño y mimetismo dificulta su seguimiento. Lo que está claro es que se reproduce en nuestros ríos más limpios durante el verano.
Fran Tormo, de RTVV, filmando un documental sobre la aguja que se emitirá próximamente en Medi Ambient.
He tenido el gusto de realizar el primer inventario de la especie para la Comunidad Valenciana, muestreando 201 puntos de las marjales y ríos litorales, para constatar que sólo quedan tres enclaves con agujas (Peñíscola, Pego - Oliva y Salinas de Torrevieja), con 12 puntos positivos de esos 201 muestreados.
La presencia de la especie es casi testimonial ya.
¿Pensáis que algún año de estos volveremos a verlo en La Albufera, localidad típica casi dos siglos atrás? Probablemente no, mucho tendrá que cambiar nuestra actitud para que no desaparezca por completo la especie...