El cangrejo de río autóctono de la Península Ibérica ha estado al borde de la extinción por culpa de la expansión deliberada de los cangrejos exóticos introducidos por el hombre (fundamentalmente cangrejo rojo americano o de las marismas y cangrejo señal), ya que son portadores de un hongo (Aphanomyces astaci) que resulta absolutamente mortal para nuestra especie, haciendo desaparecer fulminantemente a poblaciones enteras del crustáceo autóctono.
Nuestro cangrejo se distingue del rojo americano por que tiene dos bandas separadas en el cefalotórax (en la cabeza), casi paralelas, mientras que en el rojo estas dos líneas llegan a juntarse. El señal también las tiene separadas, pero se distingue fácilmente al ver las pinzas, rojas por debajo y generalmente con una mancha blanca por arriba, en la inserción de la tenaza.
En los últimos años han sido diversas las autonomías que se han puesto manos a la obra para intentar conservar a nuestro cangrejo ibérico, destacando las actuaciones de administraciones como la andaluza, la catalana, la aragonesa o la valenciana.
En la Comunidad Valenciana la especie contó con apenas 8 poblaciones conocidas en 2.003, pero se ha conseguido alcanzar en la actualidad 30 poblaciones, y además hay otros 30 escenarios en los que se ha repoblado, por lo que es factible alcanzar las 50 poblaciones en los próximos dos - tres años, objetivo marcado por el Equipo de Seguimiento de Fauna de la Generalitat Valenciana.
La verdad es que da gusto coordinar un proyecto como este, con resultados esperanzadores a corto plazo, fruto del buen hacer de toda la gente que colabora conmigo (compañeros de equipo, Agentes Medioambientales, Parques Naturales, voluntarios, etc.), sin olvidar la colaboración con otras administraciones, como la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha.
Además, este año hemos tenido la oportunidad de organizar la VII Reunión nacional sobre cangrejo de río en Valencia, en la que tuve el gusto de poder participar con una ponencia sobre los censos de cangrejo como herramienta de gestión.
El caso es que poco a poco esta especie vuelve a ocupar su terreno, aunque siempre en pequeños cauces de cabecera alejados de los grandes ríos, infectados por el hongo por la presencia de cangrejos exóticos, pero almenos ve un poco más de lejos su extinción.
Antonio Pradillo
A ver si se van recuperando las poblaciones,aunque sea muy poco a poco,síntoma de que nuestros ríos están en buenas condiciones.Yo los he visto en el río Matarraña,en la zona del parrissal.Es una gozada.
ResponderEliminarUn saludo.