Hace un par de meses tuve la oportunidad de guiar a dos personajes muy peculiares, Andy y John, ingleses, amantes de la pesca con señuelos artificiales, que querían sacar el máximo de especies posibles tanto en agua dulce como salada. Y así comenzó la semana, con 5 días por delante para embarcar, vadear y todo lo que hiciera falta, con un tiempo ventoso e inestable que no nos dejaría pescar desde el kayak, que era otro de los retos propuestos.
Las anjovas no faltaron a su cita, y era uno de los objetivos que tenían que cumplir. Salieron varias en escenarios diferentes durante los días de pesca en barca.
Las serviolitas andaban bajo unas pajareras que tenían de todo... pero el mar no estaba bueno, y John estuvo fuera de combate...
Y con John outside, no me quedó más remedio que hacer unos lances a spinning antes de que Andy pescase a mosca algunas palometas.
Hubo tiempo para el agua dulce, para enseñarles a pescar unos barbos a mosca.
Y John se hizo con esta magnífica carpa.
Me decían que habían intentado las lubinas alguna vez y nunca habían sacado... pues en Valencia sí que sí.
Un día de calor se tradujo en unas cuantas anjovas.
El viento nos obligó a pescar en costa, con peces pequeños pero muy divertidos.
Un lance, lubina. Lanzo yo, lubina. Lanza él, ¿lisa? Se jaló el estrímer... lo bueno es que cuando la liberó, una anjova enorme se la comió en sus pies...
Bien, lo pasaron muy bien. Viaje económico en low cost, buen tiempo, buena comida y buena pesca, con 9 especies depredadoras en mar y tres en agua dulce -fuimos al bass también, por supuesto-. No está mal ¿no?
Nada mal. Variedad de especies en una zona fantástica. Bonitas fotos Antonio.
ResponderEliminarCreo que cualquiera que haya leído el relato, ya firmaba ahora mismo.
ResponderEliminarSaludos