Bahía Drake nos acogería en la segunda parte del viaje, en la que intentaríamos sacar el mayor número de especies que nos fuera posible, centrándonos en la pesca ligera. Para ello alquilamos unos kayaks, gracias a los cuales pudimos adentrarnos en la selva río arriba, pescando las especies más emblemáticas de este ecosistema, dominado por diversas especies de jureles de pequeño tamaño y pequeños sierras, similares a nuestros palometones.
El pargo de manglar es uno de los trofeos más bellos del río. Señuelo: Prey 80, Savagear
Las roncadoras nos sorprendieron gratamente a primera hora de la mañana, tras la lluvia de la noche, con una humedad soporífera.
Señuelo: Fry, Savagear
Pero volvimos a caer en la tentación, y sucumbimos a la barca una vez más, con el objetivo de pinchar a todos los jureles de la bahía. La cara de Adrián lo dice todo, cuantos más sacábamos más queríamos. Así, conocimos a Greg, "Gregorio", otro enfermo de la pesca al que nos gustaría volver a ver alguna vez.
Pop Prey, de Savagear, fue la estrella indiscutible de la jornada, para que luego digan de los poppers tropicales tamaño XXL...
No eran monstruos, pero con los equipos ligeros disfrutamos como críos. Debía haber llevado la cola de rata...
En nuestra tierra no se dan mucho las condiciones para pescar con skipping lures... allí disfruté como un crío manejando los Mini Ketch de Seaspin ¡menudos ataques!
Conseguimos que Iñaki, el hijo de Miguel (el "españolito por el mundo" copropietario del Hotel Finca La Maresía) sacara sus jurelitos con una Okuma telescópica del todo a cien, con unos tripletes que tardaremos en olvidar...
Mini Ketch de Seaspin.
Los ballestas o chanchos fueron diezmados literalmente nuestro último día de kayakeo. Se comían los jigs metálicos de 5 - 10 gramos a yoying lance tras lance, uno tras otro, junto a diversas cabrillas, halcones y otras especies...
Y una de las sorpresas fue la presencia de cigarras, de tamaño descomunal, que acudían a la luz del hotel al caer la noche. Los "Wasabi" o "Lucanus", como los rebautizamos, se amontonaban bajo la luz, brutal.
En fin, que muchas más fotos -las mejores- y todo bien explicado en breve, en prensa escrita, como de costumbre.
¡PURA VIDA AMIGOS!
Fotografías: Adrián Vidal, Greg, Pablo Chaves y autor.
Hno. de los anzuelos, Pradillo:
ResponderEliminarMuy entretenidas jornadas de pescas.
¡Qué buena son las aventuras vividas en compañías de quienes aman la pesca!.¡Felicitaciones!.
Te invito a visitar mi Blog y dejar comentarios.
Que tus anzuelos no paren de "volar".
Un abrazo guaraní, y...
Un afectuoso sapukái.-
Hola Leo,
ResponderEliminarEncantado de conocerte y leer tu blog, con esa idea que mezcla la pesca y la conservación, algo necesario en los tiempos que corren. Preciosa zona la del Iberá, no he tenido el gusto de visitarla, pero biológicamente hablando es mundialmente conocida.
Un abrazo desde España.
que bonita experiencia la de pescar en kayak por una selva, seguro que lo pasasteis genial! ojala algun dia pueda hacer salidas como esta porque estoy un poco cansado de salir siempre de pesca en alicante pero bueno, más adelente ya lo mirare que ahora mismo tampoco estoy para dar muchas vueltas...haha! que vaya bien!
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