martes, 16 de junio de 2020

EL RETO DE LAS CORVINAS DE PISCIFACTORÍA

En un Mediterráneo con cada vez menos misterios en lo que a pesca se refiere, este año han surgido nuevos retos para mí, destacando el de los peces que escaparon de las piscifactorías con el gran -histórico- temporal del invierno pasado. Las lubinas y doradas no tienen escapatoria tras décadas de experiencia en su pesca, pero este año hemos añadido a las corvinas y  serviolas. Serviolas ha habido muy pocas en mi área principal de pesca, aunque las he buscado en entornos donde antes se pescaban las salvajes sin resultado, y es que parece que van más cerca de costa y con querencia por los sitios resguardados, al menos por las pocas capturas que aquí se han dado (Valencia). Pero el tema que hoy nos ocupa es el de la corvina, un pez que ya se criaba  desde hace bastantes años pero que apenas se ha pescado. Sólo había presenciado dos capturas esporádicas en cerca de 20 años de cría, y es que todo apuntaba a que los peces que escapaban se quedaban cerca de las jaulas, pues alguna captura se ha venido dando en estos puntos, especialmente en Burriana / Nules, que es donde más se criaban en mi entorno más próximo. 

Una de las primeras corvinas valencianas, en vertical con la ultra light 2 - 7 gr.

El caso es que este año el escape fue masivo, y además se dispersaron peces por toda la costa, especialmente entre Sagunto y Oliva, pues llegaron las jaulas casi intactas hasta la playa, con un empuje Norte - Sur que dejó una siembra de peces en 50 km de costa, aunque hubo una mortalidad muy alta, y es que son animales con poca capacidad de natación, lo que explicaría que en anteriores escapes, con temporales suaves,  la dispersión haya sido casi nula. Desde el principio, mi objetivo fue claro: tratar de localizar y aprender qué requerimientos tienen estos animales, totalmente novedosos y desconocidos para mi. 

En los primeros días hice un esfuerzo importante en la costa, errando en los lugares de búsqueda, entre Burriana y Gandía; tan sólo las encontré en el exterior Norte del Puerto de Valencia,  donde otros pescadores ya las estaban capturando algunos días antes. Allí había claramente un banco, y cuando pasaban (por la arena pero justo al acabar las rocas, entre 1,3 y 3 m de sonda) todos los pescadores que llevaban vinilos relativamente grandes y los manejaban lento clavaban. La verdad es que, tras pescar toda la provincia de Valencia, el resultado en costa fue muy pobre, y peces hubo muchísimos, pues los profesionales no podían levantar las redes cuando calaban cerca de costa, pero parece que no estaban al alcance de la caña y se movían mucho de noche.   

Una corvina del "desconfinamiento", con el calamar de Savage Gear.

La siguiente fase fue la embarcada, buscando con el kayak y la barca con ayuda de la sonda. Al contrario de lo esperado, ha sido una odisea localizarlas, pese a su considerable tamaño. Se pegan al fondo y cuesta verlas, e incluso quizás se metan en agujeros durante el día,  por que en áreas cercanas a la roca donde los profesionales capturaban decenas y decenas de peces con trasmallo yo no conseguía verlas... ni casi pescarlas. Ninguna mancha grande de ellas, cuando sí localizaba fácilmente las de doradas e incluso lubinas... he aprendido a pescarlas, muy lento, y he aprendido cuáles son los mejores señuelos para ellas y su presentación, pero ha sido a base de echarle muchas horas y más por Fe que otra cosa, al localizar zonas en las que tenían cierta querencia y capturabas individuos aislados, generalmente en fondos mixtos a menos de 22 m de sonda. Los peces han ido adelgazando notablemente, y es que han consumido las reservas de grasa sin alimentarse, no encontrando ningún resto alimenticio en ninguno de los peces sacrificados, ni en estómago ni en intestino.  

 Una corvina del "desconfinamiento", con el 3D Jig Minnow de Savage Gear.

Tras el bloqueo de la pesca deportiva por el COVID-19 tuve el placer de encontrarme con un banco en 1 metro de sonda, en la playa, comprobando que seguían sin alimentarse y su delgadez prosigue aumentando. Son animales de una conducta tremendamente vaga, y les tiene que caer la comida en los morros para que se alimenten, lo que se traduce en esa inadaptación  al medio y en la dificultad para pescarla si no se sabe bien lo que estás haciendo. Los profesionales han arrasado la ingente cantidad de peces que había, y ahora básicamente restan los que se refugiaron en los puertos, que es donde más comida tienen y podrían sobrevivir algunas, aunque ya se observa alguna muerta flotando, supuestamente muertas por la debilidad que tienen actualmente. 

Una corvina con el calamar de Savage Gear completamente tragado.

Los 3D Bleak Real Tail de Savage Gear han sido absolutamente exitosos. 

¿Conclusiones? Pues que he aprendido a pescarlas muy bien, pero aún no sé qué patrón siguen de ocupación del hábitat. Las he encontrado en todas partes y en ninguna; he buscado en escenarios similares a donde las he encontrado y nada... por lo que parece que ocupa lugares aleatoriamente, sin criterios, y lo hace sólo temporalmente, a excepción del resguardo de los puertos en torno a 6 -7 m, donde puede que aguanten más (debido quizás a la prohibición de pesca).  Los señuelos estrella, por orden de importancia, han sido el 3D Bleak real tail (aproximadamente unas 50 capturas), el LB 3D Swim Squid (29 capturas), el 3D Jig Minnow (15 capturas), el 3D Bleak paddle tail (3 capturas), el 3D Fry (2 capturas), el 4 soft play (2 capturas) y la 3D Sardine (1 captura). Sin lugar a dudas, tanto el alburno como el calamar de Savage Gear con una cabecita round jig head de 10 gr. han demostrado ser realmente eficaces, no fallando cuando están ahí bajo... pero lo complicado sigue siendo saber encontrarlas. Desde luego, ha sido un invierno y primavera apasionantes, por mucho que sean peces de piscifactoría. 


Imagen de la última corvina que he capturado, hace tres días, en este caso viéndola en la ecosonda a 6 metros, pero que conste que así han salido muy pocas. 


1 comentario:

  1. Buenas Antonio!

    Que suerte poder disfrutar esos peces. Aquí en catalunya, no hemos tenido suerte con la rotura de piscifactorias, apenas hay y la mayoría son de atun, que llegaron muertos a la costa.

    Ha de ser muy chulo que de repente te aparezca una especie nueva en la lista de posibles capturas.

    A ver si hay suerte y las que puedan, se adaptan al medio y procrean para quedarse por la zona y seguir dsfrutando.

    Saludos

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